ORACIÓN

Escepticismo y experiencia dos polos del saber humano que conducen puede ser: a la verdad, a la razón o al conocimiento; si eres escéptico, esto te motiva a descubrir y analizar hechos, dichos y escrituras, para llegar a conclusiones propias que promueven tu razón y conocimiento llevándote a tener experiencia y visión amplia sobre ellos. Esta experiencia te permite: no ser engañado, alienado ni fanatizado en los diferentes temas que se te puedan presentar; ya que te creas un enfoque propio, justo y necesario, por medio del cual tus pensamientos se hacen más importantes, convirtiéndote en una mejor persona comprensiva y veraz.

Gracias a este escepticismo y al deseo de mejores experiencias, es que muchos científicos han descubierto tantas cosas útiles a la humanidad, su realidad, su verdad y han rebasado, acabado y eliminado supuestas verdades ya establecidas.

Llámese atributos sobrenaturales, o como queramos llamarlos, pero el escepticismo nos ayuda a descubrir a los que: se nutren del jugo más dulce dejando a los humildes un bagazo amargo y sin nutrientes, a los que viven conquistando mentes y corazones para luego abandonarlos sin compasión dejándolos en una vil intemperie, a los que escriben patria con mayúscula y la sienten con minúscula.

En la hora presente estos personajes viven en un intervalo donde siempre están faltando unos minutos para todo, pero exigen puntualidad y perfección. Desde que comenzó el mundo han obtenido todo fértil más su misión principal ha sido hacer todo estéril.

¿Qué pasaría en el mundo si se acaban las mujeres bellas?: se acabarían los poetas y sus melodiosas poesías, los novelistas y sus grandes historias, el romanticismo en la música, el deseo de trabajar y lograr algo para llamar la atención de ellas, el mundo sería opaco. Todo lo contrario de la política y la religión si se acaban el mundo avanzaría expresando todo lo bello que hay en él, florecerían eternamente las flores, sería como el pregonado paraíso, la vida sería más importante y placentera, viviríamos en armonía y el amor y la amistad brotarían por nuestros poros, cubriendo de paz al mundo.

Miguel Correa.