03-04-00
Somos como ratones en la rueda, simplemente dando vueltas y llegando siempre al inicio, sin lograr hacer algo, vivimos solo comenzando sin rumbo para continuar y llegar a finalizar o lograr un objetivo preciso, nos motivamos y comenzamos pero falta siempre el empuje para continuar; porque dejamos de pensar y alargamos pensamientos ajenos. La vida en este punto se convierte en un comienzo, pero para continuar lo hace en silla de ruedas o muletas, hasta que simplemente comenzamos a subir los peldaños de la escalera. Una gran cantidad de personas intelectuales o no se esconden en la indigencia para no descubrir y mostrar sus vistosas equivocaciones, que tambaleantes o no siempre muestran la dentadura y aunque brillantes algunas la gran mayoría se tornan deslucidas y envejecidas.
Aunque por escasos momentos podemos salir de la zona cómoda, siempre por gran cantidad de razones volvemos a ella, a continuar con los estímulos que nos hacen: vivir situaciones tristes pero acostumbradas; pocos momentos de libertad que añoran la zona cómoda; y así vamos viviendo y sobreviviendo en la zona cómoda. Solo una situación brusca, inesperada e insoportable nos puede liberar de esta nefasta zona cómoda. 
Miguel Correa.

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