Con ratos libres se pueden escribir tantas y tantas tonterías que vivimos o que viven otros, se puede llegar a novela, a capítulos o a simples párrafos o frases, si los ratos son largos los estímulos te hacen divagar, explicar, analizar, agrupar y concluir en temas interesantes y atractivos; si los ratos son cortos solo da tiempo de llenar el tintero, resumir y escribir frases o palabras cortas que con el tiempo pueden llegar a ser también novelas.
Ambas historias tendrían el mismo comienzo: Había una vez,,,,,, o Hace ya mucho tiempo que,,,,,, este pequeño idilio entre la historia por contar y este pegajoso comienzo tienen ya centurias de historia, lo bueno es que todo público está acostumbrado a recrear su mirada leyéndolo.
La lámpara baña con su tenue luz el intenso amor entre la pluma y los dedos y estimula los pensamientos e ideas para que broten con ímpetu, si el deseo y la pasión por sobresalir y brillar es intensa logras el objetivo, lo cual hace que la adrenalina fluya cubriendo todos los órganos y provocándolos sutilmente a realizar la gran obra maestra, que causara una satisfacción infinita en mente, ojos y oídos.
Las hojas ríen y se regocijan al sentir la cercanía de la pluma entintada, que va a plasmar sus sentidos en su superficie y las va a hacer útiles a un fin, las va a hacer famosas, las va a someter al tacto de muchos dedos que le brindarán satisfacción plena, serán vistas y observadas por muchos ojos curiosos y ávidos de conocimientos, tendrán el veredicto de los jueces de la cultura.
Con la lectura se llega al otro país que está dentro del país de portada, al de los humildes y verdaderos habitantes, a los que en contadas oportunidades se acuestan sin probar bocado, pero con el orgullo de pertenecer a este país, muchos dicen amarlo pero solo quieren lo que el país les da en abundancia con artimañas y trampas, a cada día que llega le viene anexo el futuro con sus misterios, pero la mayoría prefiere cosas pasadas y casi olvidadas, sienten miedo a lo novedoso y cómodo, son especie de sadomasoquistas, les gusta sufrir y mantenerse en un mundo perdido en las tinieblas del infortunio.
Las caretas del presente mantienen la vida en un sorteo, o sales a la superficie o te mantienes con el montón embarrado en puros sueños, el libertinaje mantiene su hegemonía, los placeres le siguen los pasos y la miseria lucha tenazmente para seguir en la pelea ganando cada día más adeptos a su causa injusta.
De vez en cuando algunos van al sanitario y bajan el agua, la cual se lleva consigo los sufrimientos, desdichas y desechos; pero una gran cantidad de fanáticos ciegos se niegan a bajar la palanca del agua, quieren mantenerse como garrapatas unidos a paradigmas que les dan todo a medias sin ningún esfuerzo y son felices a su manera o la manera de otros.
Hacen falta ratos importantes para ocuparnos en limpiar el óxido de las herramientas necesarias que nos ayudan a mantenernos en la cresta, desentrañando y obviando con energía ese oxido que las va desintegrando; haciéndolas útiles a nuestro entorno y desarrollo personal, para que las malas vibraciones se deslicen por nuestro cuerpo y mente, pudiendo así pisotearlas y exterminarlas.
Miguel Correa.

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