Las
metáforas amaestradas en la mente mundial han continuado su labor de
empoderamiento de las ideas y pensamientos, tratando de impartir las normas de
comportamiento de una forma sutil a veces y otras por la fuerza, pero siempre
en ambos sentidos logrando su objetivo; se han desplazado de árbol en árbol, de
borde en borde, de cerebro en cerebro,
de alma en alma, les ha resultado difícil y complicado a veces, pero su gran
misión es llegar y lograr, someter y vencer, aniquilar y mantenerse por encima
de cualquier contrario pronostico.
Muchos oyen
mas no ven, otros leen sin ver lo que está escrito, por momentos se preguntan
¿Quién sabe algo? ¿Cuál es la idea principal? Porque yo, estoy perdido entre
tantas metáforas del absurdo incierto y de la preclara mentira, sin avizorar un
presente horizonte que me lleve a feliz y consciente futuro.
La vasta
inspiración de los mediocres y su taciturna vehemencia por el poder, los lleva
a la angustia de soportar que almas contrarias a su frenesí por destruir, los
hagan tambalear y cambiar sus tácticas y apetitos sin poder concebir, afianzar
e instigar los ataúdes vacíos que quieren atrapar a la excelsa libertad.
Se ve con
desilusión como nuestro idioma ha sufrido tantos ataques, los tiempos modernos
nos han obligado a despilfarrar y mutilar la belleza y fina construcción del
lenguaje, ahora en estos tiempos actuales, donde debería haber diversidad en
todos los ámbitos de la vida, nos estamos acostumbrando a tener un solo nombre,
si estamos en una conversación grupal utilizamos un solo epíteto para todo el
grupo que suele ser vulgar y grosero para mantener dicha conversación, en los
saludos diarios entre personas se usa el mismo apodo, parece ser que el nombre
propio perdió su interés, estamos próximos al caos de la antigua Babilonia
donde se confundieron las lenguas, en este caso es todo lo contrario, se están unificando
en una forma más brutal y arrogante; afortunadamente con respecto a la libertad
todavía nos quedan luces que, aunque opacas continúan alumbrando nuestros pasos
manteniéndonos en una lucha constante que impide que nos abandone y nos deje a
la intemperie.
Nuestros
inmortales sueños hacen de estos mediocres poderosos un castigo y una
advertencia que los acompaña por su empedrado camino, a fuerza de pellizcos les
quieren hacer notar que el ansia de libertad se impone por sobre todas las
cosas con su bandera esplendorosa, melodiosa y notoria, tarda, pero al fin
llega.
La libertad
es un callo en el pie para los dictadores que no les deja descanso.
Miguel Correa.
Interesante¡
ResponderEliminarAnte todo voluntad para lograr el exito!
ResponderEliminarUna maravilla reflexiva¡
ResponderEliminarSi amiga Norma¡
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