Tu sonrisa de caleidoscopio crea en mi un acertijo

Tu mirada me produce desasosiego

Tu voz es música en mi piel

Tu caminar suena melodioso en mis oídos

Cuando caminas y vienes hacia mi puedo sentir una canción de amor en mi mente, orbitando en mi cerebro, despidiendo estrellas luminosas

Cuando percibo tu aroma, mi respiración emprende una carrera maratónica

El alegre andar de tus manos dibuja en mi estómago una sensación que crece y busca un nicho donde posarse

Cuando por fin llegas a mi lado mi inquietud crece con ímpetu, sale con emoción por mis poros y se concentra en la unión de mis piernas con la cintura tratando de alcanzar tu brillante luna

Me saludas y tu voz recorre mis venas llegando al cerebro donde cambia mi monotonía estimulando mis sueños eróticos que tratan de descubrir tu nicho para depositar su savia

Cuando al fin se produce nuestra fusión infinita las olas se calman y la brisa acaricia la pasión que alumbra la noche de amor que termina, nos despedimos hasta otro momento de intenso, expresivo y apasionado plenilunio.

Miguel Correa.