Un temblor
confuso y con poca visión se apodero de los habitantes de aquel terruño mal educado,
llevándolos al paroxismo de la pasión mas loca y desatada con vociferaciones
lujuriosas y bellas, ¡bellas por la simple razón de que llevaban una cola
inmensa detrás de ella que no permitía que llegaran al piso en su prolongación
grosera¡ los oídos que sentían la entrada de aquellas vociferaciones gritaban
alegres al solo contacto de estas picantes letras que se alimentaban de su
cera, llegaban a cada tímpano dando tres toques enérgicos entre tonadas y notas,
siendo acompañadas por el baile de los pies que movían sus talones
cadenciosamente por ese ritmo frenético y lujurioso.
Mientras un
pie acompañaba al otro en su movimiento, las manos se estrujaban y aplaudían entrelazando
los dedos que gemían de placer, ¡placer morboso, atractivo y deseado por la multitud
¡que corría en todas direcciones sin poder controlar sus fluidos corporales que
buscaban otros cuerpos donde establecerse como amos y señores, invocando nuevos
placeres y mitos prohibidos.
La complacencia
del más débil es el objetivo del fuerte y poderoso para mantener su autoridad
con energía y satisfacción estomacal, el velo visual y mental no sobrepasa el
metro cuadrado de visión, lo cual no permite descifrar el misterio de saber que
hay más allá de la barrera establecida por el poder supremo, debido a esto
chocan y se manosean entre sí, con los consiguientes reclamos que muchas veces
se tornan violentos, con esto los poderosos establecen su control y dominio de
la plebe, que los hace tropezar y caer tras un paroxismo desesperado y confuso,
sin saber cuál es el camino a seguir: el adornado con flores o el empedrado y
arenoso.
Miguel Correa.
La confusión es terrible¡
ResponderEliminarYo soy una persona que siempre piensa no nos dejemos llevar por las apariencias muchas veces resultan mas peligrosas de lo que pensamos .Es mejor huir o seguir su camino para no inmiscuirnos en eso que no estamos de acuerdo
EliminarClaro amiga Norma¡
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