Si paramos nuestra rutina por un momento, nos sentamos y analizamos ciertos conceptos que han trascendido por centurias, notamos que algunos se pueden agrupar en lo que yo llamaría "La mentira científica", para darle un nombre llamativo, entre estos conceptos tenemos: la existencia de un dios omnipotente, único y poderoso, pero que al ver entre líneas solo existe y así lo queremos en nuestra mente, profundizando y enfocando nuestra visión, notamos que impera y gobierna la maldad, entonces donde está su supuesto poder; el concepto de que somos libres, lo cual es falso porque siempre depende de los políticos de turno que devengan el poder; la creencia arraigada y pregonada hasta el cansancio por las religiones existentes, de que todos somos iguales, pero se nota que hasta los morochos o gemelos tienen ciertas señas que los diferencian, entre ellas se destacan las huellas digitales que son únicas; somos maquinas perfectas, pero la verdad es que en algunos casos dependemos de otras personas para hacer ciertas cosas, como extirpar una espinilla en la espalda; muchos dichos se han convertido en dogmas y leyes, pero por lo menos hay algunos que se le debería dar solo un 50% de realidad, así tenemos este: " Pienso luego existo", lo difícil y complicado se presenta cuando la gran mayoría por flojera no piensa sino que por habito aprendido esperamos que otros piensen y lo aceptamos como verdad, dejándonos llevar por sus deducciones, que siempre dependen de intereses personales; la razón humana es tan real como nuestra vida, falso en muchas oportunidades los animales irracionales nos dejan quedar mal, porque por instinto hacen cosas que no hacemos y nos dejan sorprendidos; los médicos y sus medicinas son los únicos que pueden curar cualquier enfermedad, falso, hay momentos en que la cura está en nuestra mente y por mal conocimiento de ella no la utilizamos. Hay muchas otras mentiras científicas, pero cada quien debe buscarlas, analizarlas y sacar sus conclusiones.

Miguel Correa.