Hace mucho,
mucho tiempo me encontraba esperando el transporte para ir a no sé dónde, de
improviso entre en otra dimensión, todos caminaban, había miles de personas
que, en una situación normal en este mundo moderno, chocarían entre sí, pero
estas personas tenían una especie de brújula en la frente que era observada por
las personas que venían en dirección contraria y esto las hacia tomar la
dirección correcta, aquello me sorprendió gratamente porque pensé: si en mi
planeta, mi continente y mi país fuese así, no ocuparíamos el espacio de los
demás ni ellos el nuestro, se evitarían los choques y el abuso de algunos
chóferes y transeúntes; había grupos de tres y cuatro personas comiendo de un
mismo plato, esto fue motivo de risa y análisis para mí, porque recordé que
antiguamente en mi país el slogan era: “Donde come uno pueden comer tres y
hasta cuatro”, ahora debido a la situación es hasta difícil y complicado que
pueda comer uno solo.
A medida que
me iba adentrando en esa dimensión desconocida pero recordada por mí de tiempos
pasados, aunque no tan lejanos, escasamente en mi amada juventud note que,
había excesiva fraternidad y camaradería entre los olvidados y los favorecidos
del destino, se trataban como hermanos, como padres e hijos, al contrario del
mundo donde yo residía que los favorecidos quieren esclavizar a los olvidados y
sacarles el mayor provecho sin mucho esfuerzo y los olvidados quieren quitarle
a los favorecidos lo que han conseguido a buenas o duras penas, también pude
observar que los jueces, abogados y policías eran muy correctos y cumplían con
su deber de servidores públicos, al contrario del mundo supuestamente moderno,
mi mundo, fanático de la anarquía total, del quítate tú para ponerme yo, el
mundo donde sobrevive el más fuerte o el que tiene contactos claves en el poder
gubernamental, donde es normal que unos cuantos hagan lo que les dé la gana,
sin importarles que existan leyes que hay que cumplir, para ellos las leyes
tienen que adaptarse a su forma de vivir.
En una plaza
inmensa con varias fuentes, cascadas, peces y aves, las personas daban a
entender que se comunicaban con ellos, ya que note con alegría que algunos
mantenían un dialogo con estos animalitos, no sé si estaba trastornado o
deslumbrado por tanta belleza que lo creí así y me deje llevar por mis
pensamientos, bueno antes de entrar a esta dimensión ingerí unos tragos, con
abundante pescado y mariscos que pueden haber alterado mis neuronas, pero todo esto
que viví lo disfrute al máximo, era como si hubiese regresado a mi niñez y
posterior juventud donde habían personas diferentes a las modernas, o era que
en realidad estaba en otra dimensión desconocida pero a la vez recordaba
haberla vivido ya; en la plaza la gente tenía un comportamiento extraño como si
viviesen en un paraíso terrenal, había un pordiosero jugando ajedrez con tres
señores de traje y corbata y por lo visto estaba ganando la partida, pero esto
a ellos no les preocupaba más bien se divertían y disfrutaban tener que pagar a
este señor pordiosero por ganarles el juego y ser más inteligente que ellos.
Había otra
plaza a tres cuadras, llamada “De Las Ideas”, donde todo el que lo necesitaba
podía protestar por algo mal hecho, por una mala decisión o por un daño
infligido por el gobierno, un vecino o cualquier otra persona, allí
mensualmente preparaban una reunión donde asistía el presidente de turno a
escuchar todas las ideas y protestas de sus ciudadanos, los escuchaba a todos
sin alterarse ni castigar a nadie y el mismo designaba unas personas de su
gobierno para la solución de todos los problemas, esto me pareció un sueño de
locos, pero era muy real, me dejo con una alegría infinita y queriendo algo
parecido para mi mundo.
Bueno pero
no todo era color de rosas, había un sitio donde estaban los olvidados que a
pesar de todo lo antes expuesto, también los había, pero en su mayoría era
porque les gustaba vivir de esa forma, alegaban que eran libres y que había
libre albedrío y por lo tanto eran felices así, este sitio era llamado “El
Mercado De Almas”, allí dormían en camas con su cobija y almohada, también
tenían cocina, nevera y televisión, algunos parecían abogados por la forma de
expresarse, otros cantantes frustrados por no lograr un éxito, obreros de mano
de obra calificada, viviendo de una pensión y muchos solteros y solteras por
conveniencia, era un sitio de bohemios, se notaban banderas de diferentes
colores y tamaños, lo que no vi allí fue niños ya que no estaba permitido.
Los
servicios públicos eran supervisados y controlados para que siempre funcionaran
correctamente, todos los problemas que se presentaban eran corregidos
inmediatamente, aquí en el mundo moderno, nuestro mundo ocurre algún
desperfecto de los servicios públicos y a nadie le interesa solo les importa
cuando hay algún beneficio propio y promueven el daño para obtener algo a
cambio.
Lo triste y
desagradable es que estas malas costumbres van pasando de generación en
generación y se van agravando al transcurrir el tiempo.
A veces me
pregunto si así era el supuesto paraíso donde moraban Adán y Eva y veo que
entonces a ellos les llamaba más la atención el bochinche, siempre impera el
libre albedrío, esta es la principal causa de la forma en que se desenvuelve el
mundo, cada quien va por su lado como mejor le parece sin importarle para nada:
los deberes y los derechos tanto propios como ajenos.
Cuando volví
a la realidad ya era de noche y un policía me pedía los papeles de identidad porque
alegaba que yo tenía muchas horas parado en el mismo sitio sin moverme y eso
era sospechoso, en la esquina estaban tres sujetos con la intención de quitarme
mis pertenencias, a lo lejos se escuchaban las risas de unas trabajadoras
nocturnas, el ladrido de algunos perros y ya no había transporte.
“En
realidad, todo es deseo y orgullo. Deseo por lograr las metas y orgullo por
llegar a ellas y superarlas”. Miguel Correa.
Es un sueño difícil de ocurrir en este mundo moderno, pero no es malo soñar.
ResponderEliminarExcelente! El mundo que queremos.
ResponderEliminarGracias Norma, así es.
EliminarUn mundo de pelicula, es lo que queremos, pero es dificil.
ResponderEliminarMuy cierto.
EliminarLa gente no se acostumbra a un mundo asi, siempre atrae mas lo malo.
ResponderEliminarSi es lo mas fácil.
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