¿Esperanza, tú crees que el mundo ha cambiado algo o mucho?

Sí, ha cambiado mucho en materia científica y tecnológica. Actualmente tenemos muchas cosas que hace veinte años ni pensábamos que existirían, pero no sé por qué la ciencia, con tantos adelantos no ha podido erradicar tantas enfermedades malignas que existen desde que comenzó el humano a poblar la Tierra, al contrario, han inventado algunas nuevas en los laboratorios.

Hay profesiones que se han mantenido a lo largo de la historia y se han creado muchas nuevas; en medicina hay nuevos tratamientos para controlar la proliferación de virus y epidemias; pero la maldad de los humanos ha llegado al extremo inaudito de crear y almacenar pandemias para eliminar a los contrarios, a los que no piensan igual o no se someten a sus caprichos, a los que no profesan su misma religión, como si eso fuera lo más importante.

Hemos colocado a perros de la guerra como nuestros jefes y gobernantes, les damos poder y luego se vuelven en contra nuestra. ¿Hasta cuándo vamos a seguir siendo ignorantes y destructivos? Hay muchas interrogantes sin respuesta y por lo visto así van a quedar, ya que nadie tiene un interés real y sincero en cambiar estas situaciones.

Esperanza, ¿Cómo podemos explicarles a nuestros descendientes que un país que tiene tantas riquezas: ¿naturales, minerales y humanas puede estar y mantenerse en el piso, convirtiéndose en un país pobre y sin salida aparente? ¿Cómo es que un actor de una novela mediocre puede ser nuestro gobernante, cuando en realidad nosotros somos los protagonistas de la misma y en una forma mas original y fructífera? ¿Cómo el hambre, la delincuencia, la mala salud, la muerte, el desempleo, la intolerancia, la impunidad, la flojera mental y corporal, la corrupción en todos sus niveles y la desidia pueden ser tan comunes en la vida diaria de los habitantes de un país, será que es más fácil acostumbrarse al mal vivir, que ser una persona de bien y progresista, sabiendo darle un buen uso a esas riquezas que nos ha proporcionado la naturaleza?

Tenemos que tener claro que hay deberes y derechos, y que nuestros derechos terminan donde comienzan los de los demás. Nadie es más o menos importante que otro, todos expelemos los mismos desechos de nuestro cuerpo, lo que cambia es el olor de los mismos; las diferencias solo existen en profesiones, cantidad de dinero, astucia para hacer las cosas, energía o desidia y capacidad e inteligencia para hacerlas; y hay que entender que todo depende de la forma de pensar. Miguel Correa.