Jiddu
Krishnamurti: “La religión y la política son parte del problema, no de la
solución”
“Uno
necesita estar libre del miedo y del condicionamiento mental antes de poder
ofrecer cualquier servicio significativo. La libertad interna es el requisito
previo de la libertad social y política. Los políticos usan el lema de “servir
al pueblo” como una cortina de humo. Una vez llegan al poder su meta principal
es permanecer en el poder, por las buenas o por las malas. La historia de la
política está llena de decepción, corrupción y desilusión. La política se ha
convertido, como la religión, en parte del problema, y no en parte de la
solución. La política significa “dividir” y “dominar”; la lucha es por el
poder, por los privilegios y por la riqueza. La alternativa es la educación.
Debemos dejar de corromper y condicionar a nuestros niños. Los niños son
capaces de aprender sobre la unidad de la vida, a ver las cosas como son, a ser
íntegros y plenos. Yo encuentro mucha más satisfacción trabajando con niños de
la que hallé en la política.”
La verdad no
se puede comprender a través de ningún credo, ningún dogma, ninguna sabiduría
filosófica, ninguna técnica psicológica, ningún ritual o sistema teológico. La
verdad se experimenta de momento a momento, en la red de relaciones”.
El mundo no
es algo aparte de ti y de mí. Hay un hilo común de relaciones que nos teje a
todos juntos. Fundamentalmente estamos todos totalmente conectados.
Superficialmente las cosas parecen estar separadas. Especies distintas, razas
distintas, culturas y colores distintos, nacionalidades y religiones y
políticas distintas. Si te fijas bien, inmediatamente verás que todos somos
parte del gran tapiz de la vida. Cuando podemos vernos a nosotros mismos como
parte de este glorioso patrón de relaciones, entonces los conflictos entre
naciones, religiones y sistemas políticos se acabarán. Los conflictos nacen de
la ignorancia. Cuando ignoramos que toda la vida está interconectada, entonces
intentamos controlarnos los unos a los otros. Cuando no existe el entendimiento
de que las relaciones son la base de nuestra existencia, entonces sólo hay
desintegración en la sociedad. Las relaciones son el cimiento sobre el que
todos existimos”.
Lo
importante no es acumular palabras, razonamientos o explicaciones, sino más
bien producir, en cada uno de nosotros, una honda revolución, una profunda
mutación psicológica, para que haya una sociedad de tipo distinto: una relación
totalmente diferente entre hombre y hombre, que no se base en la inmoralidad,
como ahora. Una revolución así, en el más profundo y completo sentido de la
palabra, no se realiza mediante sistema alguno, ni por acción de la voluntad,
ni por ninguna combinación del hábito y de la previsión.
La mayoría
de nosotros somos muy insensibles físicamente porque comemos demasiado,
fumamos, nos entregamos a varias formas de deleites sensuales no es que no
debamos hacerlo - la mente se amodorra de esa manera y cuando la mente se
embota, el cuerpo se embota aún más. Éste es el patrón en que hemos vivido.
Ustedes ven lo difícil que es cambiar de régimen alimenticio, estamos
acostumbrados a una dieta particular que satisface el gusto, y tenemos que
repetirla continuamente; si no lo conseguimos, creemos que vamos a enfermar,
nos asustamos, etc.
El hábito
físico produce insensibilidad. Evidentemente un hábito de drogas, de bebidas
alcohólicas, de fumar, cualquier hábito tiene que insensibilizar el cuerpo, y
esto afecta la mente. La mente, que es en sí la percepción total, tiene que ver
con mucha claridad, sin confusión, y en ella no debe haber conflictos de
ninguna clase.
El conflicto
no es sólo desperdicio de energía; además, embota la mente, la vuelve perezosa,
pesada, estúpida. Una mente así, presa del hábito, es insensible. Por esta
insensibilidad, por este embotamiento, no aceptará nada nuevo, porque tiene
miedo a aceptar algo nuevo como una idea, una ideología o una nueva fórmula
(sería el colmo de la estupidez, de la idiotez). Al darnos cuenta de cómo todo
este proceso de vivir en el hábito produce la insensibilidad, incapacitando la
mente para comprender, percibir y moverse con rapidez, empezamos a ver el temor
como es realmente. Viendo que es producto del pensamiento, entonces nos
preguntamos si podemos mirar cualquier cosa sin que funcione toda la maquinaria
del pensamiento. No sé si usted ha mirado alguna vez una cosa sin poner a
funcionar esa maquinaria. Ello no significa que soñemos despiertos, no quiere
decir que usted se vuelva inseguro, que vague por ahí en una especie de sordo
estupor; al contrario, implica ver toda la estructura del pensamiento el
pensamiento mismo - que tiene cierto valor a determinado nivel, y ningún valor
a otro nivel. Mirar el temor, mirar el árbol, mirar a su esposa o a sus amigos,
mirar con ojos que el pensamiento no haya tocado en absoluto... Cuando usted
haya logrado esto, dirá que el temor no tiene realidad alguna, que es producto
del pensamiento y como todos los productos del pensamiento excepto los de la
tecnología - carece de toda validez.
Interesante, esa forma de hacer entender a la gente que no es con politica ni religion que vamos a cambiar el mundo, este se cambia desde dentro, la revolucion tiene que ser en nuestra mente.
ResponderEliminarSi pero se presenta un problema bien serio: "La ignorancia de la mayoría".
EliminarLas buenas aptitudes y actitudes son las que hacen mundo, mientras la gran mayoría carezca de ellas vamos hacia un holocausto.
ResponderEliminarUn gran pensador que dejo un legado sumamente importante, para leer, analizar y poner en practica.
ResponderEliminarUn gran pensador que ha ayudado con sus escritos a mucha gente en el mundo.
ResponderEliminarHay que tener presente y a mano todos los escritos de este gran pensador, para ponerlos en practica cuando sea necesario.
ResponderEliminarSon infinitos, analíticos, reales y necesarios.
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