La idea de
progreso está arraigada en la mente humana desde el momento del nacimiento, el
deseo por aprender a hablar, caminar, comer y comunicarse con los semejantes; la
motivación de crear algo útil al mundo y sus habitantes; la idea de copiar y
mejorar las acciones de los animales irracionales como el don de volar de las
aves, controlar y aprovechar la fuerza bruta de por ejemplo el toro y el
elefante fabricando maquinas útiles a la mayoría como los vehículos de
transporte o las maquinas empleadas en la construcción de objetos, etc.
El hombre común
analiza su situación de vida de una manera sencilla y directa, sin
complicaciones, los profesionales en diferentes materias analizan las
situaciones basándose en los conocimientos en su ramo, el científico investiga
las incógnitas para buscar soluciones posibles y el filósofo va más allá,
analiza los comportamientos, la convivencia entre las diversas sociedades y
profundiza en las realidades, para hacerlas placenteras, atractivas e
importantes a la situación de vida de todos.
Como entes
desarrolladores de mejoras en todos los ámbitos de la vida propia y colectiva
nuestra misión es hacer hasta lo imposible para lograr el progreso del mundo en
todo momento, ya sea pensando, analizando, creando y desarrollando ideas
constantemente que logren los máximos objetivos en la condición humana.
La idea
moderna del progreso tiene mucha notoriedad en la acumulación de conocimientos,
artes o riquezas que nos ha permitido desarrollarnos, en forma acelerada,
gracias en parte a la herencia histórica y sustanciosa que nos han legado las
sociedades antiguas, nuestra labor más importante ha sido el perfeccionamiento
de ese legado, siempre tratando de implementar mejoras, sociedades como la francesa y la alemana han influido
notoriamente en el desarrollo y avance del progreso, también muchas otras
sociedades han aportado su granito de arena para que este progreso sea notorio.
Surge la
idea del hombre ilimitado en su progreso, creador de su historia, de su entorno
y el progreso será visto como una acumulación de conocimientos, virtudes, acciones
y fuerzas productivas o riquezas, que paulatinamente van desarrollando al
hombre y acercándolo a un estado de armonía y perfección.
Entrando en
el aspecto político, la idea de progreso ha tenido muchas variantes y transformaciones,
se han modificado muchas ideologías, haciéndolas en algunos casos mejores o
peores, el progreso político ha generado en comportamientos: desarrollistas,
motivadores, estimulantes, positivos para el desarrollo de algunas sociedades y
en otro caso extremo que es muy alto ha surgido un movimiento: corrupto,
esclavizador, alienante, maligno y exterminador de conciencias, pensamientos e
ideas.
En el matiz
religioso el progreso ha tenido una ceguera muy notoria, se ha satanizado
(tomando como patrón la existencia de un diablo que tiene al mundo en sus
manos), con personajes creyentes en un poder que les da la historia para hacer
un mundo a su gusto y complacencia, profesando unas normas dictadas por un dios
antiguo que supuestamente es el amo del universo, pero que ha perdido su poder
con este diablo; si podemos notar que, las guerras se han hecho a lo largo de
la historia con la bendición de estos dioses, vemos que el progreso en este
punto se ha estancado, haciéndose maligno y exterminador; entonces es de hacer
notar que muchos políticos y religiosos han convertido al mundo en un sitio
hostil y paralizado en el tiempo.
Si el progreso
busca el bienestar personal o colectivo por medio de herramientas, conocimientos
o buscando soluciones a través de innovaciones y actividades para el desarrollo
humano en: medicina, economía, ingeniería, informática, telecomunicaciones,
automotriz, servicios y muchas otras áreas. También hemos tenido grandes
problemas y retos como: guerras, conflictos políticos, religiosos y sociales,
grandes dificultades económicas, epidemias, corrupción extrema, dictaduras maquiavélicas
en muchas partes del mundo con su consiguiente atraso y la destrucción de países
como el caso de Venezuela. Esto nos lleva a reflexión si queremos una mejor
convivencia en el mundo. Miguel Correa.
El Progreso El Motor Del Mundo.
ResponderEliminarEl progreso es vital para el buen denvolvimiento de personas, comunidades y países, pero hay muchos que no lo quieren de esa forma, en sus mentes solo existe destrucción, miseria y exterminio como aquí en mi bello país Venezuela.
ResponderEliminarLamentablemente es así, las personas que han gobernado y gobiernan se han dado a la tarea de hacerse millonarios con las grandes riquezas minerales que hay aquí en abundancia y arruinar al país sin compasión alguna.
EliminarEl mundo va avanzando aceleradamente y en Venezuela vamos avanzando pero hacia atras.
ResponderEliminarEs triste pero es la cruda realidad, la gran ignorancia que reina aquí en Venezuela ha colaborado con estos satrapas, convirtiéndolos en dueños y señores del país y sus habitantes.
EliminarCuando formamos una familia, queremos que nuestros hijos estén lo mejor posible y para eso los educamos, los conscientizamos y le vamos formando un comportamiento progresista, le inculcamos ideas de progreso y convivencia para que sean ciudadanos modelos; es una misión que ellos deben desarrollar como entes sociales si se desvían en el camino esta en ellos retomar el rumbo y hacerlo lo mejor posible.
ResponderEliminarTenemos que descubrir a estos esbirros del infierno, estos demonios del infortunio para poder luchar contra ellos, y poder sacar a Venezuela de la esclavitud mental, social, cultural y economica, para que pueda progresar.
ResponderEliminarDebemos tener como suma prioridad la felicidad, desarrollo y progreso de nuestro amado país.
EliminarGracias a la motivacion de muchas personas en el mundo el avance en diferentes materias ha avanzado vertiginosamente, por eso algunos paises estan a la cabeza del mundo gracias a esa personas progresistas, mientras que otras se dedican a destruir: mentes, principios y paises.
ResponderEliminarSi el progreso en los últimos 30 años ha sido espectacular, pero hay tantos retrasados que quieren es la destrucción.
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