Tengo muchos cuadernos con paginas muertas, paginas vivas, paginas alegres, páginas que me esperan todos los días con ansiedad y arrogancia, esperando que yo las acaricie con mis dedos y letras, para sentirse importantes, que la tinta cubra sus cuerpos pálidos y se mezcle con sus venas en una metamorfosis de colores, jeroglíficos y emblemas, emblemas de odio, amor, pasión, éxtasis, críticas y muerte yo las estimulo sexualmente, ellas tiemblan, se doblan con misticismo, se arrebatan en un orgasmo heráldico para por fin agruparse bien ordenadas y numeradas en un flamante libro.

Ya está logre el nirvana, después de un fastidioso e interminable tiempo, donde estaba separada de mis hermanas, aunque a veces lograba sentir el roce de algunas y nos guardaban hasta otro día de 24 horas, donde a veces nos acariciaban y otras no, en algún momento recibía mucho o poco cariño en otras llorábamos de tristeza porque nos olvidaban por días y semanas, pero ya la alegría está latente en nosotras, porque ya hoy somos un libro que así este bien o mal escrito, mostrara su mejor imagen, en una portada que atraerá a los interesados en comprarlo y poseerlo, para alimentar su ego.

Libro, libros, conjunto de letras unidas en palabras, frases, oraciones, párrafos, páginas y hojas que con el tiempo adquieren un significado para el que lo hojea o lee, un significado que interesa o no, que odias o amas, que buscas o crees que buscas, te atrapa o te desecha, piensas que el escritor lo hizo para ti o sabe tu historia y la escribió, que adivina los sentimientos de los lectores  y los da a conocer, es la historia que te agrada o te contaron, estas feliz porque ya es tuya, tus ojos se recrean  observando lo que está allí escrito, tu ego celebra la posesión de aquel tesoro, de ese manuscrito buscado por tanto tiempo, al fin es tuyo, sientes un placer indescriptible, ríes, lloras, secas tus lágrimas, guardas el pañuelo con el libro en la repisa hasta otro día en que tengas la dicha de volver sobre tus pasos y continuar el rito del libro.

Has pensado alguna vez ¿porque hay personas que escriben? pequeñas o grandes historias, tonterías que agrupan en cuadernos que a veces olvidan y otras veces llevan a feliz término “y fueron muy felices” o terminan de una forma absurda; tienes plena consciencia de las causas que originaron esas escrituras y de las consecuencias que generaron las mismas, yo tampoco sé ¿porque escribo? pero es como un virus sin cura. Miguel Correa.