El Mantel
Un mantel recoge: el producto de tus dedos, las sobras de tu boca, los pensamientos de tus ojos, la música de tus oídos, los humores de tus poros, soporta tus quejas y reclamos, aguanta el suficiente peso que tú le envíes, comparte tus penas y alegrías, puedes hasta hacer el amor sobre sus pliegues, lo purificas con aguas perfumadas y lo vuelves a torturar con tus acciones, te comprende como fiel amigo o como sumisa pareja, está contigo a lo largo del día, te mira de reojo cuando te le acercas, el nace y vive contigo hasta que fallece y lo cambias por otro.
El infinito se transforma y se hace más lejos, lo misterioso siempre es más atractivo y voluptuoso; la brecha entre cielo y tierra se ensancha más en el transcurso de tu vida, pero el deseo se estrecha profundamente; tu mirada choca con tus labios y tus rodillas se separan, pero tu fe las devuelve a su lugar; el anhelo cubre tu espacio y tu tratas de aprisionarlo; el poder baja la presión y tú lo desenrollas en un pergamino con letras azules; tu cuerpo se encorva y tu tratas de ponerlo erecto; las palabras llegan a ti entrecortadas e incompletas, pero a pesar de todo tú sigues soñando.
Felicitaciones amigo mio esto es filosofia de altura, unos escritos de ficcion pero, con mucha realidad.
ResponderEliminarFilosofía de altura, un poema con mucha ficción y a la vez con mucha realidad, me agrado esta escritura, sigue adelante mi filosofo preferido.
ResponderEliminarUn cuento ficticio, fantástico, espectacular y si lo analizamos bien es también muy real.
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