El llamado, invocado, probado y temido infierno, según muchos estudiosos es un sitio donde hay un fuego eterno, demonios que laceran tu cuerpo, castigos nunca antes experimentados, los religiosos predican que es el destino de los pecadores, mas yo considero que el tal infierno esta en tu mente y es un producto de las pasiones altas y bajas que luchan por apoderarse de ella; cuando piensas más allá de tus posibilidades, cuando el deseo es tan profundo que elimina de ti las necesidades básicas del cuerpo: alimentación, diversión, abundancia  y paz, deshidratando tus neuronas y quemando tus pensamientos; cuando el cerebro traspasa las fronteras de la realidad llegando a sitios inesperados, en ese momento entras al público infierno, donde puedes encontrar a muchos personajes conocidos o no, es un viaje que puede ser sin retorno a las profundidades de tu cerebro.

Al nacer estamos en un estado de pureza, donde vamos poco a poco, aprendiendo a desarrollar nuestras cualidades humanas positivas: el idioma que depende del lugar de nacimiento, caminar, correr, escuchar a la naturaleza, el respeto para con nuestros padres y mayores, las necesidades de alimentación, vestuario, relaciones con nuestros semejantes, la comunicación, desarrollar las actitudes y aptitudes, etc. Y es a lo largo de nuestras vidas que debido a influencias internas y externas que vamos creando nuestro infierno o nos es creado por otros, como es el caso de: muchos dictadores que fabrican formas terribles y diabólicas a sus compatriotas, terroristas que buscan la destrucción y mutilación de sus semejantes, profetas del infortunio que bloquean y anulan la mente de millones de personas, haciéndolas participes de historias rebuscadas y fantasiosas, políticos corruptos que destruyen países  sin compasión, fabricantes de armas de destrucción masiva que solo están pendientes de su riqueza personal y el mayor infierno que podemos tener es el de los fabricantes de drogas y enfermedades que se han creado la potestad de violar y controlar las mentes humanas.

Ahora bien, pienso que hay dos infiernos: el creado por otros o por nosotros mismos y el inventado para engañar, controlar y someter a las personas (religioso), escojan el suyo, el que mas les agrade.

Dante Alighieri (Florencia, 1265 - Ravena, 1321), La Divina Comedia, una obra maestra cumbre y reseña de la poesía literaria mundial, que muestra un posible camino más que todo religioso y fantástico, que debemos seguir para llegar a la perfección y alcanzar la felicidad humana y divina; consta de tres partes: Infierno, Purgatorio y Paraíso.

Infierno: cuando Dante llega al centro de su vida tiene 35 años, se halla perdido en un bosque oscuro, y había dejado de seguir el camino correcto, trataba de escapar de la selva y se encuentra con una montaña que puede ser su salvación, pero es luego impedido de subir por tres fieras: un leopardo, un león y una loba lo que le produjo un miedo terrible y quiso volver a la selva, en ese momento es sorprendido por el espíritu de Virgilio [poeta clásico de la antigüedad a quien admira] dispuesto a guiarlo por una senda alternativa. Virgilio es llamado por Beatriz, una amiga de la infancia, que lo vio en apuros y decidió ayudarlo; bajando del cielo fue a buscar a Virgilio en el Limbo donde estaba. Virgilio le propone hacer un viaje a través del centro de la tierra, pasando por el infierno, el cual atraviesan llegando al inframundo.

Purgatorio: Virgilio lleva a Dante a través de las puertas del cielo, mostrándole todos círculos del infierno: donde se purgan los diferentes pecados, el sufrimiento de los condenados, los ríos infernales, sus ciudades, monstruos y demonios, hasta llegar al centro de la tierra, donde vive Lucifer. Pasando por Lucifer, consiguen escapar del infierno por un camino subterráneo que lleva al otro lado de la tierra, y así regresar a ver el cielo y las estrellas. Saliendo del infierno, Dante y Virgilio se enfrentan a una montaña muy alta: el purgatorio, la misma es tan alta que va más allá de la esfera del aire y penetra en la esfera de fuego, llegando a alcanzar el cielo. En la base de la montaña se encuentra la antesala al purgatorio, donde aquellos que se arrepienten tardíamente de sus pecados esperan la oportunidad para entrar en el purgatorio propiamente dicho; allí hay una franja situada con anterioridad a los escalones que conducen hacia el Paraíso, llamada el ante purgatorio, los poetas atraviesan un portal y comienza su nueva odisea, esta vez subiendo cada vez más, pasan por siete terrazas, cada una más alta que la otra, donde son purgados cada uno de los siete pecados capitales, en el último círculo del purgatorio, Dante se despide de Virgilio y sigue acompañado por un ángel que le lleva a través de un fuego que separa el purgatorio del paraíso terrenal. Finalmente, en las orillas del río, Dante se purifica, bañándose en las aguas del río para que pueda proseguir el viaje y subir a las estrellas.

Paraíso: se divide en dos partes: material y espiritual (donde no hay materia), la parte material sigue el modelo cosmológico tolemaico y consta de nueve círculos formados por los siete planetas (Luna, Mercurio, Venus, Sol, Marte, Júpiter y Saturno), el cielo de las estrellas fijas, y el Primum Mobile (Primer Motor), el cielo cristalino y último círculo de la materia. Incluso en el paraíso terrenal, Beatriz mira fijamente hacia el sol y Dante la acompaña hasta que ambos comienzan a elevarse, traspasando la condición humana y la percepción que todos poseemos de ella, guiado por Beatrice, Dante pasa a través de varios cielos del Paraíso y conoce a personajes como Santo Tomás de Aquino y al emperador Justiniano. Llegando al cielo de las estrellas fijas, Dante es interrogado por los santos acerca de sus posiciones filosóficas y religiosas, allí descubre, que esta gradación del Paraíso no es real, sino que en realidad todas las almas se encuentran en el cielo empíreo, inmóvil, situado fuera del cielo cristalino, y que las distintas almas se le han mostrado en estratos para que pueda comprender los distintos grados de felicidad; después recibe permiso para continuar. En el cielo cristalino Dante adquiere una nueva habilidad visual para entender el mundo espiritual, donde conoce nueve angelicales círculos concéntricos, que giran en torno a Dios. Allí, tras recibir la visión de la rosa mística, se separa de Beatriz y tiene la oportunidad de sentir el amor divino que emana directamente de Dios, el amor que mueve el Sol y las otras estrellas, un encuentro con la luz absoluta y nada más.

 “En medio del camino de la vida.

Errante me encontré por selva oscura,

en que la recta vía era perdida”.

“Por mí, se va a la ciudad doliente

por mí se va al eterno tormento:

 por mí se va tras la perdida gente”