Sigmund Freud


Sigmund Freud, nació en Freiberg, en la antigua Moravia, República Checa, el 6 de mayo de 1856, en el seno de una familia judía con grandes dificultades económicas, lo que no impidió que ingresara en la Universidad de Viena, ciudad donde llegó a la edad de tres años y pasó la mayor parte de su vida, al graduarse como médico en 1881 se centró en la investigación de las propiedades anestésicas de la cocaína, lo que provocó su primera polémica, ya que según se desprende de algunas correspondencias provocó la adicción de un amigo al que quería curar e incluso la suya propia, decía: “Las personas somos como un iceberg del que solo se ve la punta. Todo lo que hay bajo el agua es nuestro subconsciente, un montón de deseos y traumas que reprimimos pero que son los que dan forma a nuestros sueños”. También: “A lo largo de la historia, hubo tres grandes humillaciones. El descubrimiento de Galileo que no somos el centro del Universo; el descubrimiento de Darwin que no somos la corona de la creación; y mi propio descubrimiento que no controlamos nuestra propia mente”.

Freud innovó en dos campos simultáneamente, por un lado, una teoría de la mente y de la conducta humana; y por otro, una técnica terapéutica para ayudar a personas con afecciones psíquicas, la contribución más significativa que ha hecho al pensamiento moderno es la de intentar darle un estatus científico al concepto de lo inconsciente (Hartmann, Schopenhauer y Nietzsche). Sus conceptos de «inconsciente», «deseo inconsciente» y «represión» fueron revolucionarios, proponen una mente dividida en capas o niveles, dominada en cierta medida por una voluntad primitiva, más allá de la esfera consciente y que se manifiesta en «producciones» tales como chistes, lapsus, actos fallidos, sueños y síntomas. En su obra más conocida, La interpretación de los sueños, Freud explica el argumento para postular el nuevo modelo del inconsciente y desarrolla un método para conseguir acceder al mismo, tomando elementos de sus experiencias previas, postula también la existencia de un preconsciente, que describe como la capa entre el consciente y el inconsciente (el término subconsciente es utilizado popularmente, pero no forma parte de la terminología psicoanalítica). La represión, por su parte, tiene gran importancia en el conocimiento de lo inconsciente; de acuerdo con Freud, las personas experimentan a menudo pensamientos y sentimientos tan dolorosos que no pueden soportarlos, se refiere a esta idea a lo largo de toda su obra, principalmente en sus Trabajos sobre metapsicología;​ según sostuvo, estos pensamientos y sentimientos al igual que los recuerdos asociados, no pueden ser expulsados de la mente, pero sí del consciente para formar parte del inconsciente, manteniendo lo reprimido, su efectividad psíquica y retornando en forma de alguna de sus producciones. Aunque a lo largo de su carrera Freud intentó encontrar patrones de represión entre sus pacientes que derivasen en un modelo general para la mente, observó que sus distintos pacientes reprimían hechos diferentes, además, advirtió que el proceso de la represión es en sí mismo un acto no consciente, es decir, no ocurriría a través de la intención de los pensamientos o sentimientos conscientes. Freud buscó una explicación a la forma de operar de la mente. Propuso una estructura de la misma dividida en tres partes: el ello, el yo y el superyó: El ello representa las pulsiones o impulsos primigenios, el cual constituye el motor del pensamiento y el comportamiento humano, contiene nuestros deseos de gratificación más primitivos. El superyó, la parte que contrarresta al ello, representa los pensamientos morales y éticos. El yo permanece entre ambos y actúa mediando entre nuestras necesidades primitivas y nuestras creencias éticas y morales; no es sinónimo de la consciencia (existen partes del yo que son inconscientes); un yo saludable proporciona la habilidad para adaptarse a la realidad e interactuar con el mundo exterior de una manera que represente el mejor compromiso entre los deseos y mociones pulsionales del ello y las demandas restrictivas o punitivas provenientes del superyó.
Freud estaba especialmente interesado en la dinámica de estas tres partes de la mente. Argumentó que esa relación está influenciada por factores o energías innatos, que llamó pulsiones. Describió dos pulsiones antagónicas:
 -Eros o pulsión de vida, una pulsión sexual tendente a preservar la vida.
 -Tánatos o pulsión de muerte, la cual representa una moción agresiva, aunque a veces se resuelve en una pulsión que nos induce a volver a un estado de calma, principio de nirvana o no existencia, que basó en sus estudios sobre protozoos (Más allá del principio de placer), también sostuvo que la libido madura en los individuos por medio del cambio de su objeto; argumentó que la sexualidad infantil es «polimórficamente perversa», en el sentido de que una gran variedad de objetos pueden ser una fuente de placer, conforme las personas se desarrollan, se fijan sobre diferentes objetos específicos en distintas fases:
 - Fase oral, ejemplificada por el placer de los bebés en la lactancia.
 - Fase anal, ejemplificada por el placer de los niños al controlar sus esfínteres.
 - Fase fálica. Propuso que llega un momento en que los niños pasan a una fase donde se fijan en el progenitor de sexo opuesto (complejo de Edipo). Desarrolló un modelo que explica la forma en que este patrón encaja en el desarrollo de la dinámica de la mente; cada fase es una progresión hacia la madurez sexual, caracterizada por un fuerte yo, y la habilidad para retardar la necesidad de gratificaciones.
 - Período de latencia, en que se desarrollan fuerzas psíquicas que inhiben el impulso sexual y reducen su dirección.
 - Fase genital, surge en la adolescencia, cuando maduran los órganos genitales. Surgen los deseos sexuales y agresivos.
Freud utilizo la mitología griega y la etnografía contemporánea como modelos comparativos, acudió al Edipo Rey de Sófocles para indicar que el ser humano desea el incesto de forma natural y cómo se reprime ese deseo, el complejo de Edipo fue descrito como una fase del desarrollo psicosexual y de madurez, también se fijó en los estudios antropológicos sobre totemismo, argumentando que reflejan una costumbre arraigada en el complejo de Edipo (Tótem y tabú), incorporó en su teoría conceptos de la religión católica y judía, así como principios de la sociedad victoriana sobre represión, sexualidad y moral; y otros de la biología y la hidráulica, esperaba que su investigación proporcionara una sólida base científica para su método terapéutico, relacionando conceptos de la mente cartesiana y de la hidráulica, mover los pensamientos y sentimientos reprimidos, explicados como una forma de energía, hacia el consciente. Al inicio de sus trabajos con Breuer, Freud pensaba que esto podía realizarse a través de la catarsis, que conllevaría automáticamente la cura, sin embargo, al poco tiempo Freud abandona ambas ideas en beneficio del método de la asociación libre y de la interpretación de los sueños, con ello, también deja atrás la hipnosis y toda forma de técnica sugestiva.​ Así inaugura la técnica psicoanalítica propiamente dicha, a la que agrega otro elemento central: “A través de la relativamente poca intervención del psicoanalista, que adopta una postura neutral y abstinente, el paciente puede proyectar sus pensamientos y sentimientos sobre él. A través de este proceso, llamado transferencia, el paciente puede reconstruir y resolver conflictos reprimidos (causantes de su enfermedad), especialmente conflictos de la infancia con sus padres”. Es menos conocido su interés inicial por la neurología, en los comienzos de su carrera había investigado la parálisis cerebral. Publicó numerosos artículos médicos en este campo, también mostró que la enfermedad existía mucho antes de que otros investigadores de su tiempo tuvieran noticia de ella y la estudiaran, sugirió que era erróneo que esta enfermedad, que había descrito William Little (cirujano ortopédico británico), tuviera como causa una falta de oxígeno durante el nacimiento; en cambio, dijo que las complicaciones en el parto eran solo un síntoma del problema. No fue hasta la década de los 80s cuando sus especulaciones fueron confirmadas por investigadores más modernos.
Hablar de Sigmund Freud es complicado porque se necesitan muchas páginas, hojas y sentado  leyendo sobre su vida, estudios, experimentos, análisis, teorías, etc., pero hay muchos casos que expresan gran parte de su legado como médico y científico entre ellos tenemos:
El famoso caso de Anna O, su nombre real era Bertha Pappenheim, este marcó un antes y un después en la carrera de un joven Freud. Anna O. era una paciente de Breuer que sufría histeria, pero ambos se hicieron cargo de su problema. La paciente era una joven que en otoño de 1880 enfermó, cuando tenía 21 años, inesperadamente su padre cayó enfermo y se vio obligada a cuidar de él, fue tanta su atención hacía su padre, que el gran descuido que ella se dio a sí misma la condujo hacia la anemia y debilidad, pero estos problemas; que pronto la postraron en cama, fueron seguidos por malestares aún más alarmantes: parálisis, una grave perturbación del lenguaje y otros síntomas que aparecen tras de la muerte de su padre, y por la que es diagnosticada como histérica; el tratamiento de Breuer se centraba en inducir a la paciente a un estado hipnótico y persuadirla para que rememorara las circunstancias previas a la primera aparición de cada uno de los síntomas padecidos; al salir del trance hipnótico, dichos síntomas histéricos iban desapareciendo uno a uno, el médico realizaba este tratamiento dos veces al día, y Anna O. lo solía llamar “cura por la palabra”. Breuer lo bautizó como método catártico. En el caso de Anna O. se concluyó que había padecido abusos sexuales en su infancia por parte de un familiar, y pese a que parecía que la terapia funcionaba, apareció una trasferencia sexual entre la paciente y el médico, luego hubo problemas con un falso embarazo de la paciente, enamorada de su terapeuta, y Breuer se apartó hostigado por los celos de su mujer; fue a partir de aquí que Freud dijo que detrás de cada problema psicológico existe también otro problema sexual. Para Freud la mente tiene tres subsistemas: el consciente o lo que estamos pensando, el preconsciente que es lo que no hay en el consciente, pero en cualquier momento puede estarlo y el inconsciente que se encuentra oculto y nuestra mente no permite que aflore, sólo sale a través de los    sueños, de los errores que cometemos sin querer, de las asociaciones libres o bajo hipnosis; dijo que los procesos psíquicos son en sí mismo inconscientes y que los procesos conscientes no son sino actos aislados o fracciones de la vida anímica total, esta afirmación está relacionada con el segundo principio donde determinados impulsos instintivos los clasifica de impulsos sexuales; según Freud la líbido es la fuerza impulsiva que representa el instinto sexual, la energía relacionada con todas las emociones que denominamos con el término amor; la evolución de la líbido en el hombre pasa por cuatro fases desde su nacimiento: oral, sádica, anal y fálica.
Es impresionante la forma en que nuestra visión nos engaña, vemos las cosas de una manera y en realidad son de otra, como cuando introducimos un objeto en el agua, a simple vista se ve doblado debido al reflejo de la luz, o sea que nuestra visión nos engaña, así sucede con las enfermedades son producto de malos pensamientos y creencias que se generan de otros pensamientos y creencias, en una cadena eterna a la que se la van añadiendo eslabones: buenos, oxidados o malos. Ya lo dijo Freud “No controlamos nuestra, ella nos controla”, y tenía razón: está el caso del alcohólico, que quiere dejar el vicio y lo manifiesta, pero cuando ve una botella de licor su mente comienza a realizar su trabajo adictivo, le presenta imágenes de los momentos cuando tomaba y era feliz, las borracheras que adquiría, también los amigos de faena lo estimulan a beber y esto hace que vuelva a caer en el vicio; esta el caso del delincuente que sale de una cárcel por un delito cometido, mientras estaba recluido hace votos de castidad, hasta puede profesar el evangelio, pero cuando traspasa las rejas hacia la libertad comienza el trabajo mental, los recuerdos cuando se apoderaba de lo ajeno, o se introducía en una residencia a robar, o atracaba a mano armada, allí comienza otra vez el ciclo y con el tiempo puede caer otra vez preso; también el caso de la persona que tiene todo hasta de sobra y por cualquier circunstancia queda arruinado, en ese momento se sienta a pensar en la forma de recuperar su fortuna y lo logra.
Muchas veces los problemas se presentan porque somos débiles de mente y creemos radicalmente en los consejos de los demás, no valoramos nuestro potencial como seres humanos hechos a imagen y semejanza de Dios; si estas ante un espejo y ves una persona feliz es porque así has estado toda tu vida, y si ves una persona feliz es porque ha sido tu forma de vivir o también porque las influencias externas e internas han moldeado tu personalidad. Entonces si Dios no tiene problemas porque nosotros sí, bueno porque todo es mental, nos hemos dejado influenciar sin luchar contra eso y hay que escoger controlar o ser controlado.

Comentarios

  1. Si amigo mio, todas las cosas buenas y malas nacen en la mente y su intensidad depende de la persona y la distorsión mental que tenga.

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  2. Por eso hay unos que llaman locos y otros son llamados cuerdos, unos son brutos y otros inteligentes; pero todo radica y tiene su epicentro en el cerebro, ese que Sigmund Freud dijo que no se podía controlar totalmente, aunque creo y pienso que con practica si se puede.

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  3. Hay muchos casos que se basan en los desordenes mentales de muche gente en el mundo y que han adelantado y atrasado al mismo, una persona racional vive de acuerdo a normas de conducta y de accion establecidas, en cambio otra que tiene alguna distorsión buena o mala cambia al mundo en muchos factores y si estas personas tienen seguidores el cambio se hace mas latente y profundo.

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  4. Así es amiga Norma las personas que sobresalen, es porque tienen algún tipo de distorsión buena o mala en su mente, tenemos los casos de: los dictadores que han destruido países al promover, estimular y propagar su maldad; los falsos profetas que han llevado a cantidades de personas al barranco, los asesinos y delincuentes que han eliminado personas solo por placer; por otra parte están los científicos, investigadores, maestros y muchas personas útiles que han producido cambios importantes en la forma y calidad de vida para la gran mayoría. Todo esto tiene su origen en las profundidades del cerebro, muchas veces se producen de forma natural y en otras oportunidades son inducidas por fenómenos internos o externos que producen metamorfosis en las actitudes y aptitudes de las personas. Debemos hacer todo lo posible para controlar estas pasiones pacificas y agresivas de la conducta.

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  5. El padre de la psicologia, que ayudo a entender el funcionamiento de la mente.

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